Hola, soy Mónica, y quiero contarte cómo nació Pleasure…
La primera vez que entré a un sexshop fue abrumadora. Iba con cuatro amigas de la universidad, y aunque íbamos con curiosidad, también cargábamos mucha vergüenza. Yo temblaba de nervios. Imaginaba que alguien me vería entrar y correría a decírselo a mi mamá. Sentía que al cruzar esa puerta estaba gritando:
“¡Tengo sexo!”
Como si eso fuera malo. Como si eso no fuera humano.
Recuerdo ese lugar oscuro, lleno de vitrinas con objetos que jamás había visto: vibradores, disfraces, dildos de todos tamaños, colores y formas. Me moría de ganas de preguntar, de aprender… pero la chica que atendía apenas nos miró. Nos ignoró. Nos incomodó. Y nos echó con una simple pregunta:
—¿Van a comprar algo?
No teníamos dinero. Éramos estudiantes. El producto más barato costaba $250 pesos, lo que a mí me costaba toda la semana de transporte y lonche. Nos fuimos decepcionadas. Yo, además, me fui con culpa, con dudas, y con muchas ganas de que esa experiencia no se repitiera… para nadie.
Volví meses después, ya con $500 en la bolsa. Iba decidida a comprar algo. Pero me trataron igual. Me dieron lo que ellas quisieron, no lo que yo buscaba. Ni siquiera me dejaron escoger el sabor del lubricante. Me dieron uno de piña. ¡Y a mí ni me gusta la piña!
Ese día entendí que no era yo la que estaba mal. Era el lugar. Era la experiencia. Era el enfoque.
Y ahí, entre frustración y deseo, nació una semilla:
“Algún día tendré una tienda donde nadie se sienta como yo me sentí hoy.”
Una tienda para todxs.
Para quienes tienen mil dudas.
Para quienes tienen mil ganas.
Para quienes no tienen miedo de conocerse.
Y para quienes sí lo tienen, pero deciden cruzar la puerta igual.
Hoy, 17 años después de esa primera vez, y a 3 años y medio de haber creado Pleasure, te doy la bienvenida a este espacio.
Mi refugio… y, si tú quieres, el tuyo también.
Gracias por estar aquí.
Gracias por confiar.
Gracias por darte placer.
Con cariño,
Mónica Vélez
Fundadora de Pleasure Saltillo
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